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Origen y significado del apellido PAREDES
Apellido procedente del topónimo Paredes, nombre de poblaciones como Paredes de Nava (Palencia), Paredes de Escalona (Toledo), etc. Etimológicamente aludía a poblaciones amuralladas o fortificadas. Hubo, por tanto, distintas casas solares no emparentadas entre sí. Una de ellas, antigua y noble, estuvo en la parroquia de Paredes (Asturias), documentada ya en tiempos del Rey don Alfonso VII. Otras hubo en distintos lugares de Castilla, Extremadura y Andalucía, algunas de ellas de probada nobleza. Ante la Real Chancillería de Valladolid probaron su hidalguía, entre otros: Andrea de Paredes, vecino de Saldaña (Palencia), en 1590; José de Paredes, vecino de Encinas (Salamanca), en 1649, y Andrés Paredes Baraona, vecino de Santiuste (Ávila), en 1694. La misma probanza hicieron ante la Real Chancillería de Granada, entre otros: Sancho Paredes Sánchez, vecino de Cáceres, en 1568; Miguel de Paredes Romero, vecino de Belalcázar (Córdoba), en 1598; Antonio de Paredes Escribano, vecino de Don Benito (Badajoz); Francisco de Paredes, vecino de Medellín (Badajoz), en 1558; Rodrigo Pares Solano Alonso, vecino de Santa Cruz de la Sierra (Cáceres), en 1574, y Dionisio Paredes, vecino de Dílar (Granada), en 1774.
La rama gallega pasó a Ecuador: Francisco de Paredes, natural de Vigo, partido judicial de Pontevedra, diócesis de Tuy, contrajo matrimonio con María de las Nieves Rodríguez, de igual naturaleza, en la que tuvo a
Andrés Antonio de Paredes y Rodríguez, también natural de Vigo, que celebró su enlace en la villa de Santiago de Cangas, Pontevedra, arzobispado de Santiago, el 27 de diciembre de 1741, con María Rosa Iglesias y Fernández Figueroa, natural de Cangas, hija legítima de Salvador Iglesias y de María Pascual Victoria Fernández Figueroa, también llamada Pascuala Rodríguez Fernández, de la misma naturaleza, nieta paterna de Alberto Iglesias y de Dominga Mendayo y materna de Silvestre Rodríguez y de Pascuala Fernández Figueroa, habiendo efectuado el matrimonio el racionero de la colegiata de Cangas D, Manuel Fernández Figueroa. D. Andrés y Dª María Rosa, tuvieron, entre otros, los siguientes hijos, que fundaron familias en Guayaquil, en la hoy República del Ecuador:
1. José Antonio Bernardo de Paredes Iglesias, natural de Cangas, nació el 12 de mayo de 1751 y fue bautizado en su iglesia colegiata el mismo día por el presbítero D. Juan Antonio Fernández de Refuxos. Hizo informaciones de naturaleza, legitimidad y limpieza de sangre para ministro familiar del Santo Oficio de Guayaquil, las mismas que fueron sentenciadas favorablemente el 14 de marzo de 1787. Contrajo matrimonio con Dª Mariana de Iturralde y Larrabeitia, natural de Guayaquil, hija legítima de D. Martín de Iturralde y Perurena, natural de la villa de Arallos, Valle de Baztán, Navarra, y de Dª Gabriela de Larrabeitia-Zabalgoitia y Gómez Cornejo, natural de Guayaquil. Murió D. José Antonio en Guayaquil el 1 de mayo de 1806, dejando los siguientes hijos:
a) María Rosa, casada el 19 de marzo de 1801 con Juan Barnó de Ferrusola, administrador de la Real Renta de Aguardientes de la provincia de Guayaquil en 1808. Casa Solar
b) María Teresa Josefa, bautizada en Guayaquil de dos días el 31 de octubre de 1791, casada el 16 de mayo de l808 con Vicente Martín y Nieto, regidor del cabildo de Guayaquil y su alcalde ordinario en 1817. Casa Solar
2. Francisco Javier de Paredes Iglesias, nació en la villa de Cangas el 20 de noviembre de 1763 y fue bautizado el mismo día por D. Andrés Francisco Rodal y Araújo, racionero, cura de la colegiata de esa villa y comisario de la Inquisición del Reino de Galicia. Hizo también informaciones en Linia, habiéndosele nombrado por el Tribunal de la Fe, de la ciudad de los Reyes, familiar y teniente de alguacil mayor del Santo Oficio de Guayaquil y su partido el 20 de noviembre de 1806 y ministro familiar de número, el 5 de febrero de 1807, títulos que fueron presentados al Cabildo de la ciudad y asentados en sus libros el 28 de noviembre de 1809. Fue alcalde ordinario de Guayaquil el 1.º de enero de 1810, alcalde provincial de la Santa Hermandad el 1.º de enero de 1811, regidor el 21 de diciembre de 1813, volvió a serlo en 1815. Contrajo matrimonio el 30 de junio de 1802 con María Magdalena de Pazzis de Olmedo y Maruri, hermana del ilustre político y poeta José Joaquín de Olmedo y Maruri, diputado a las Cortes de Cádiz, autor del canto a Bolívar «La Victoria de Junín», hijos ambos de Miguel Agustín de Olmedo y Troyano, natural de Mijas, obispado de Málaga, y de Ana Francisca de Maruri y Salavarría, natural de Guayaquil. Falleció D. Francisco Javier a las cinco y media de la mañana del día 2 de noviembre de 1843 y su esposa Dª María Magdalena a la una y media de la tarde del 19 de octubre de 1842, víctima de la gran epidemia de fiebre amarilla que en aquel año asoló la ciudad de Guayaquil. D. Francisco Javier otorgó testamento cerrado ante el escribano público José María Bolaños, en la isla de Guare, el 20 de junio de 1843, y en él declara que tuvo los siguientes hijos:
a) Isabel Paredes y Olmedo, nacida en Guayaquil el 5 de julio de 1803 y fallecida en la misma ciudad el 10 de mayo de 1845, a las ocho y media de la noche. Efectuó su enlace con el doctor D. Francisco de Paula de Icaza y Silva, hijo legítimo del capitán D. Martín de Icaza y Caparroso y de D.ª María Rosa de Silva y Olave. Con sucesión,
b) Mercedes Paredes y Olmedo, fallecida en la infancia.
c) José María Paredes y Olmedo, fallecido soltero.
d) Mercedes Paredes y Olmedo, fallecida soltera.
e) Josefa Paredes y Olmedo, nacida el 8 de mayo de l 809 y fallecida el 5 de abril de 1882. Contrajo matrimonio con D. José Ignacio de Icaza y Silva, hermano de D. Francisco de Paula, mencionado anteriormente. Casa Solar.
f) Carmen Paredes y Olmedo, murió soltera.
g) Rosa Paredes y Olmedo, fallecida el 11 de junio de 1870, vivió casada con D. José Pantaleón de Icaza y Silva, hermano de los señores de Icaza y Silva
h) Ana Paredes y Olmedo, muerta niña.
i) José Antonio Paredes y Olmedo, encargado de negocios, periodista y poeta. El Gobierno del Ecuador declaró que había merecido bien de la patria, al ocurrir su fallecimiento en Lima el 3 de noviembre de 1851. Testó en la ciudad de Lima el 16 de octubre del año citado, ante el escribano Félix Sotomayor y, aunque soltero, dejó hijos ilegítimos.
j) Dolores Paredes y Olmedo, fallecida el 2 de septiembre de 1902 sin dejar sucesión de su matrimonio con el doctor D. David Piedra.
k) Miguel Ángel Paredes y Olmedo, nacido el 1.º de marzo de 1816, falleció de fiebre amarilla a las siete de la mañana del 11 de enero de 1843. Soltero.
  l) Ana Paredes y Olmedo, fallecida el 13 de junio de 1879. Casó con Ricardo de Santistevan Iglesias, S. S.
11) Rosario Paredes y Olmedo, fallecida soltera, y m) Petra Paredes y Olmedo, nacida el 29 de junio de 1821 y fallecida soltera, también víctima de fiebre amarilla, a las dos de la mañana del 17 de octubre de 1842.

Armas. Descripción de los escudos, conforme a las leyes de la heráldica:
Escudo partido: 1.°, en campo de plata, una torre de piedra, sobre ondas de agua de azur y plata, y 2.°, en campo de gules, un árbol laurel, al natural, con un oso, pasante a su pie y un lebrel atado al mismo con cadena, todo de su color natural.
Los de Castilla traen: en campo de oro, un león de gules, con ocho aspas del mismo color a su alrededor.
Otros de Castilla y los de la Mancha, Extremadura, Andalucía e Indias traen: en campo de azur, siete estrellas de plata, puestas 3, 1 y 3.

Escudo apellido Paredes

Simbología de las armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aún así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753
Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, péleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín.
La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño.
El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza.
El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza.
El agua es símbolo de sabiduría ilustrada, de ánimo virtuoso, pudiendo también simbolizar extensión de dominio, así como el principio de todas las cosas y la regeneración del tiempo.
El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio.
Las familias españolas, que traen cadenas en su blasón, es por la batalla de las Navas, en la que se rompió el palenque de Miramomelín, guarnecido de gruesas estacas y cadenas muy fuertes.