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Origen y significado del apellido ORTEGA
Apellido castellano, con antiguo solar en las montañas de Burgos y valle de Mena, debajo de la Peña de la Magdalena, y también en Carrión de los Condes. Procede de los Duques de Bretaña; el Rey don Ramiro de León dio a uno de ellos en casamiento a su hija doña Ortega Ramírez. Se extendió por toda la Península, con especial incidencia en Andalucía. Algunas ramas pasaron a las Vascongadas, distinguiéndose varios de sus individuos en las guerras carlistas.
Según se recoge en el "Diccionario de Heráldica Aragonesa" de don Bizén d'O Río Martínez, hubo en Aragón dos solares del apellido Ortega, a juzgar por sus diferentes armas, aunque ambas originarias del lugar de Cinco Villas. Los primeros se establecieron en las poblaciones de Gallur y Tauste, mientras que de los segundos se tienen noticias desde el año 1626 en varias poblaciones de Aragón.
En cuanto al origen etimológico y significado del apellido Ortega, el acreditado lingüista Gutierre Tibón nos dice que proviene de Ortún o Fortún, del latín Fortunius, "el afortunado", con la terminación -eca. No obstante, otros tratadistas, como, por ejemplo, Roberto Faure, coautor del "Diccionario de Apellidos Españoles", sostienen que procede Ortega del sustantivo ortega, variante antigua y dialectal del castellano ortiga, nombre aplicado a distintas especies de plantas urticáceas silvestres. El apellido, según este autor, se originó en su mayor parte desde alguna de las varias poblaciones de tal nombre existentes en España, como Ortega (Burgos), Ortega (Jaén), Ortega (Monfero, La Coruña), etc.
Probó su nobleza numerosas veces en las Ordenes de Santiago, Calatrava, Alcántara, Carlos III, y San Juan de Jerusalén, y en las Reales Chancillerías de Valladolid y Granada y Real Compañía de Guardias Marinas.
Don Fermín de Ortega Molina fue creado Marqués de San Bernardo en 13 de Enero de 1873.
Los antiguos genealogistas (Juan Fernández Boán, Doctor Salgado, Argote de Molina, Diego Fernández de Mendoza, Juan Flórez de Ocáriz, etc.) derivan este linaje de la unión de Fruela I con Dª. Ermesenda Romais, señora de Santa Marta de Ortigueira y Monterroso, cuyo hijo D. Remón heredó los estados de su madre, casó con Dª Teresa Arias y tuvo a D. Rodrigo Romais, marido de la Infanta de Inglaterra Dª Milia. Descendiente de estos señores de Santa Marta de Ortigueira habría sido Dª Ortega Ramírez (casó con D. Gustioz González, padre de Gonzalo Gustios, que lo fue de los siete infantes de Lara), que tuvo a D. Nuño Gustios, que es tenido por segundo tronco de los Ortega.
Los Ortega también estuvieron presentes, desde el primer momento en el descubrimiento y posterior colonización del Nuevo Mundo. Entre los conquistadores de la Nueva España puede, y debe citase, a don Juan de Ortega quien llegó con Hernán Cortés, primero como Paje y posteriormente alcanzó el cargo de Alcalde Mayor de la ciudad de Méjico, una vez conquistada la antigua capital del Imperio de los aztecas. Estuvo presente en todas las campañas y fue uno de los que más se destacaron en la batalla de Otumba, en la que resultó herido de gravedad. Por lo que se sabe de este personaje, fue hombre no solamente de armas sino un buen administrador como lo demostró al convertirse en Alcalde Mayor de la ciudad mejicana.
Pero no fue el anterior caballero el único que se distinguió en la conquista de la Nueva España: Don Alonso Ortega, natural de Portillo (Valladolid), que llegó en 1536, todavía a tiempo de tomar parte en los postreros combates de aquella conquista, participando en la pacificación de Jalisco, avecindándose después en la ciudad de Méjico, población en la que contrajo matrimonio, fundando familia Ortega en 1547; don Antonio de Ortega Guillén, natural de Guadalcanal (Sevilla), que llegó al Nuevo Mundo en 1540, y tomó parte en la pacificación de la Nueva Galicia, avecindándose después en la ciudad de Puebla, donde se casó, fundando otra línea de la familia Ortega.
Don Cristóbal Ortega, nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz), que fue uno de los primeros de este apellido que llegó a Nueva España, ya que lo hizo en el año 1512, lo que le permitió participar en todas las campañas y fue uno de los sobrevivieron a la famosa "Noche Triste", en la cual Hernán Cortés y los restos de su ejército tuvieron que abandonar la capital de los aztecas, para reconquistarla después de siete meses de asedio. Estuvo en posesión de las Encomiendas de Tampala y Topia y falleció en el año 1545.
Otros Ortega que se destacaron en el Nuevo Mundo fueron don Juan Ortega y Montañez, Obispo de Durango en 1674, don Fernando Ortega Patiño, Contador del Tribunal de Cuentas en 1706 y don Lucas Ortega y Montañés, Relator de la Sala del Crimen de la Real Audiencia de Méjico en 1777.
Otros Ortega se destacaron también en el Nuevo Mundo, y por citar un ejemplo mencionaremos a don Mariano Ortega y Mariño, capitán y prócer de la independencia colombiana que fue Edecán del presidente de la República de aquel país, don Francisco de Paula y Santander, nacido en Bogotá en el año 1.804.
Don Juan de Ortega y Sousa, nacido el año 1628, capitán del ejército de España que fue Sargento Mayor del Virreinato de la Nueva España, de quien se dice era tan diestro con la espada que era capaz de enfrentarse a tres reputados espadachines y salir vencedor del lance.
En España y como ya ha quedo dicho, los numerosos miembros de este apellido que se hicieron notar por su valía, partiendo de la Reconquista, es tan extensa que resulta prácticamente imposible reseñarlos a todos. Pero sí es de justicia citar también a otro miembro del apellido don Juan Ortega Montañés que fue prelado y administrador, y al cual hemos citado antes de pasada. En 1.662 fue nombrado Fiscal de la Santa Inquisición de Nueva España para posteriormente desempeñar los obispados de Guadiana, Guatemala y Miochoacán. Fue nombrado virrey interino y durante su mandato favoreció la instalación de los jesuítas en California. Posteriormente se le nombró Arzobispo de Méjico y otra vez tomó a su cargo el virreinato que desempeñó hasta 1701.

Armas. Descripción de los escudos, conforme a las leyes de la heráldica:
En campo de azur, seis bandas de oro; bordura de gules con diez aspas de oro.
Otros traen escudo cuartelado: 1.º y 4.º, en campo de azur, una flor de lis de oro, y 2.º y 3.º, en campo de oro, una rueda de carro, de sable; bordura de plata, con ocho armiños de sable.
Otros traen: en campo de oro, cinco matas de ortiga, de sinople, puestas en sotuer.
Otros traen: en campo de gules, un león de oro, coronado de lo mismo.
Otros traen: en campo de oro, cinco flores de lis de azur; bordura de gules, con ocho aspas de oro.
D. Juan de Ortega, primer Obispo de Almería, natural de Burgos, traía: Una torre de cinco almenas, sobre un puente de cinco ojos, acostada de dos árboles, uno a cada lado, y con un león pasante, saliendo de la puerta, viéndose su grupa por detrás de la torre. (Se ignoran los esmaltes.)
Los de Almería traen: En campo de oro, un puente de tres arcos, de gules, sobre ondas de agua de azur y plata: sobre el puente, dos pinos de sinople.
Otros: Cinco flores de lis, de oro, en campo de azur; bordura de oro con ocho armiños de sable.
 También, las tres matas de ortigas de siete hojas sobre tres peñas, al modo de los Fajardo, Vivero, Zático, Yáñez, Peralta, etc., todos de un mismo origen.

Escudo apellido OrtegaEscudo apellido Ortega

Simbología de las armas:
Teniendo en cuenta la indumentaria que en la Edad Media vestían los caballeros en la batalla (armadura, celada, etc.), y que los hacía irreconocibles, resultaba necesario buscar un método de identificación y distinción entre los contendientes, que fuera revelador, preciso y rápido a una cierta distancia. De ahí surge la fórmula de exhibir en sus escudos tinturas, emblemas, etc., que los diferenciase de forma inequívoca y singular en el campo de batalla. Por eso la simbología heráldica, en su origen, buscaba formas y colores que fuesen notorios y permitiesen distinguir a sus portadores de un golpe de vista. Tal vez es exagerada la tendencia de algunos autores de dar significado o contenido a todos los emblemas (piezas, muebles, etc.) y esmaltes heráldicos, aún así hay varios tratados que estudian la simbología de los blasones de forma muy exhaustiva, entre ellos: "Ciencia Heroyca", de Don José de Avilés. Año 1725; y "Adarga Catalana", de Don Francisco Xavier de Garma y Duràn. Año 1753
Por las Leyes de la Heráldica, cuantos lleven el oro en sus escudos están obligados a hacer el bien a los pobres y a defender a sus príncipes, péleando por ellos hasta su última gota de sangre. El oro simboliza el topacio. En las armerías de los reyes se le llama "sol", en las de los nobles con título de Duque, Marqués, Conde, etc, "topacio" y en el de la nobleza en general "oro". En su relación con los astros el oro es el Sol; de los doce signos del Zodiaco, Leo; de los elementos, el fuego; de los días de la semana, el domingo; de los meses del año, julio; de los árboles, el ciprés y de las flores, el girasol; de las aves, el gallo; de los cuadrúpedos, el león y de los peces, el delfín.
La plata en las armerías recibe el nombre de Luna, en lo que se refiere a las de los soberanos; en las de los títulos, perla, y en las de los restantes nobles, plata; significa blancura, pureza, y los que la llevan en sus armas están obligados a defender a las doncellas y amparar a los huérfanos. La plata significa en su correspondencia con las piedras preciosas la perla. De los astros, la Luna; de los signos del Zodiaco, Cáncer, y de los elementos, el agua; de los días de la semana, el lunes; de los meses del año, los de enero y febrero; de los árboles, la palmera; de las flores, la azucena; de las aves, la paloma; y de los animales, el armiño.
El color rojo, denominado en Heráldica, gules, simboliza el valor, la intrepidez y la valentía. Aquellos que llevan este color en sus blasones tienen la obligación de socorrer, amparar y defender, a los injustamente oprimidos. Representa al rubí, y en lo que se refiere a los signos del Zodiaco corresponde a Marte, Aries y Escorpio; como elemento, el fuego; el día, el martes y el mes, el de octubre; el metal, el cobre; árbol, el cedro y la flor, el clavel; de las aves, corresponde al pelícano. El gules en las armerías de los reyes y príncipes se llama Marte; en las de los títulos, rubí, y gules en la generalidad de la nobleza.
El esmalte azul (azur) simboliza la realeza, la serenidad y la hermosura. Los que los lleven en sus armas, están obligados a socorrer a los fieles servidores de sus príncipes que "se hallan sin remuneración por sus servicios". En las piedras preciosas representa al zafiro y en los signos del Zodiaco a que se encuentra sujeto son Tauro y Libra. Su elemento es el aire; su metal, el acero; el día de la semana, el viernes; los meses, abril y septiembre; su árbol, el álamo; la flor, la violeta; su animal, el camaleón y su ave, el pavo real. El azur se llama Júpiter en las armerías reales, zafiro en las de los títulos y azur en la nobleza.
El esmalte sinople es el verde. Su significado es la esperanza, la abundancia y la libertad; cuantos llevan este esmalte en su escudo quedan obligados a socorrer a los labradores en general y a los huerfanos y pobres que se encuentren oprimidos. Su signo zodiacal corresponde a Mercurio; su elemento es la tierra; el día de la semana, el miercoles; su mes, mayo; su metal, el azogue; como planta, el laurel; la flor, la siempreviva y como ave, el papagayo. En los blasones de los principes recibe el nombre de Venus; esmeralda, en el de los títulos y sinople en los de la nobleza en general.
El agua es símbolo de sabiduría ilustrada, de ánimo virtuoso, pudiendo también simbolizar extensión de dominio, así como el principio de todas las cosas y la regeneración del tiempo.
Los armiños, en heráldica, simbolizan la inclinación que tienen los hombres a viajar por tierra y mar; propensión que se atribuye a los Bretones. También representa la Pureza. El uso de traer los armiños por forros en sus vestidos, los Gobernadores y personas de representación, dió motivo a algunos heraldos para tener los armiños por símbolo de Dignidad. Fernando V, rey de Aragon, cuando echó de Calabria al duque de Lorena, descubierta la conspiración del príncipe de Resana, instituyó una órden de caballería llamada del Armiño, dando a sus caballeros un collar de oro con un armiño pendiente, y por divisa el epígrafe "Malo mori quam faedari", para mostrar a los caballeros de dicha órden que primero se debe morir que faltar a la fidelidad de su príncipe.
El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio.
El sotuer o aspa se trae a las armerías españolas por la batalla de Baeza, ganada contra los moros el día de San Andrés del Año de 1227, que es la forma de la Cruz en que estuvo este Santo Apostol en su martirio.
La banda significa el tahalí del caballero, y la banda que traían atravesada del hombro diestro al flanco siniestro, y por eso se expresa en esta situación en el escudo, habiéndola puesto por armas muchos de los que fueron a las cruzadas, según el color con que se distinguian las naciones.
La bordura simboliza protección, favor y recompensa; así mismo la cota que vestían los caballeros para la guerra y que al salir de la pelea, ostentándola manchada de sangre enemiga, eran premiados con el añadido de la bordura de escudo, como insignia de valor. La bordura también se usa para combinar armerías, con la particularidad que las armas situadas en la bordura tienen siempre carácter secundario.
El carro simboliza la victoria y el triunfo.